El avance de los autos eléctricos es inminente: en el año 2035 solo se venderán este tipo de vehículos en Chile. Para entonces se espera que el parque automotriz con esta nueva tecnología llegue a un millón y más de 600.000 personas tendrán que ser capacitadas, considerado las metas establecidas por la Estrategia Nacional de Electromovilidad.

Rodrigo Salcedo, subgerente corporativo de Electromovilidad de Emasa.

Sin duda, esta transformación revolucionará a toda la industria automotriz y será un gran avance para el desarrollo del país, pero ¿qué pasa con el capital humano? Se estima que un taller mecánico, en promedio, cuenta con 4 o 5 técnicos especializados en vehículos a combustión y sólo uno o ningún técnico experto en vehículos híbridos y eléctricos.

La electromovilidad es una nueva tecnología que abarca no sólo a los vehículos eléctricos, sino que también la infraestructura de carga y cargadores, eficiencia energética, conectividad, entre otros.

Sin embargo, carecemos de centros educativos que certifiquen sobre estas materias. Por eso, es clave impulsar la profesionalización y capacitar a los técnicos actuales con las nuevas tecnologías automotrices, ya que los principales fabricantes que proveen de vehículos están en el proceso de transición de la combustión a la electromovilidad.

La movilidad eléctrica representa una gran oportunidad a futuro para América Latina debido a que generará nuevas cadenas de valor para la industria automotriz y para avanzar hacia el camino correcto, es importante generar alianzas público-privadas para que todo el ecosistema aporte hacia la electromovilidad, contando con incentivos y beneficios para la educación de los profesionales y técnicos del futuro.