Es un factor determinante en la causa de accidentes de tránsito, especialmente en transporte de carga y pasajeros. Prevención, recomendaciones prácticas y nuevas tecnologías que buscan reducir su incidencia y que están disponibles en nuestro país.

El 23% de los accidentes vehiculares son causados por fatiga o cansancio (horarios extensos y tareas repetitivas), según un estudio de Conaset.

Gauss Control se conecta al GPS asociado al vehículo y procesa millones de datos generados en la ruta, para calcular el riesgo por fatiga.

Smartcap, mediante una tira puesta en la gorra o casco lee la actividad eléctrica del cerebro (EEG) y procesa esa información para determinar el nivel de fatiga de un individuo.

Pasar 22 horas sin dormir, genera fatiga en nuestro cuerpo equivalente a tener 0,8 grados de alcohol en la sangre

Por ley un conductor profesional no puede manejar más de cinco horas continuas y exige que las condiciones de descanso sean las adecuadas dentro de la jornada laboral.

La ACHS recomienda una serie de ejercicios para realizar durante durante la jornada laboral a fin de mantener un estado de alerta elevado.

El cuerpo humano reacciona de distinta forma dependiendo de los horarios y las condiciones de vigilia se reducen ostensiblemente en la madrugada.

Luis Alberto Stuven, Secretario Ejecutivo Conaset; Rodrigo Pinto, Especialista Senior de la ACHS; y Nicolás Godoy, gerente de Marketing de Gauss Control explicaron estadísticas y medidas para controlar incidencia de la fatiga.

Lo que dice la ley

El artículo 25 bis del Código del Trabajo señala que la jornada ordinaria de trabajo del personal de choferes de vehículos de carga terrestre interurbana es de 180 horas mensuales, las que no pueden distribuirse en menos de 21 días. Así, la norma legal establece que el trabajador en ningún caso puede manejar más de cinco horas continuas, después de las cuales debe tener un descanso cuya duración mínima debe ser de dos horas. También indica que el trabajador deberá tener un descanso mínimo ininterrumpido de ocho horas dentro de cada veinticuatro horas.

Por otra parte, debe tenerse presente que, si el viaje o trayecto es de un tiempo superior a cinco horas, el empleador deberá disponer de la dotación necesaria de conductores, pues deberán trabajar en turnos laborales.

El 25% de la población adulta tiene enfermedades relacionadas al sueño, un 12% presenta somnolencia aguda diurna y el 23% de los accidentes vehiculares son causados por fatiga o cansancio (horarios extensos y tareas repetitivas), según un estudio de Conaset.

Cifras que son un llamado de alerta y dan un valor relevante a la fatiga como un factor negativo a tener en cuenta al momento de programar las operaciones de la compañía.

Un accidente, junto al costo humano que puede estar asociado, puede, además, echar por tierra el prestigio de la empresa y perder usuarios o contratos.

“El principal síntoma que nos alerta de un mal dormir son los ronquidos frecuentes que podrían estar asociados a apnea y, por ende, a somnolencia diurna. Existen algunos cuestionarios como la escala de eptworth que nos permite conocer el nivel de fatiga y somnolencia diurna, en caso de que estos cuestionarios están alterados se aconseja realizar exámenes más específicos”, explica Rodrigo Pinto, Especialista Senior de la ACHS .

El profesional recomienda generar un hábito de dormirse siempre en un mismo horario (no muy tarde), evitando utilizar en la noche elementos que emitan luz azul (pantalla de celular, televisores, etc.), ya que éstos bajan la secreción de melatonina y mantienen activo el organismo. Por otra parte, es recomendable no consumir café o bebidas energéticas unas cuatro a cinco horas previo a dormir ni realizar actividad física intensa en ese periodo.

Habitualmente el horario de mayor vigilia está entre las 10 am y las 12 pm. El Sistema Activador Reticular del cerebro es el que nos mantiene despiertos y se estimula con la luz, actividad corporal, ejercicio, música alegre, conversación con los compañeros, etc.

Bajo este contexto, la ACHS hemos desarrollado un tríptico con nueve ejercicios disponible en su sitio web (www.achs.cl).

Desde el punto de vista legal, está normado el tiempo máximo de conducción para un profesional (ver recuadro) No obstante, según señala la Conaset, la mayor prevención debe nacer de los propios involucrados.

“Es fundamental que el empleador establezca medios técnicos para asegurar el cumplimiento de las horas de descanso, así como la implementación de un sistema en que la relación trabajo/descanso considere los límites fisiológicos y mentales de la persona. Para ello, el diseño de turnos de trabajo y una planificación de ruta que considere variables de prevención resultan fundamentales y deben estar basados en las horas de descanso, detenciones, relevos de conductores y factores personales de los trabajadores”, indica Luis Alberto Stuven, Secretario Ejecutivo de este organismo público.

A esto se suma prevenir la automedicación de los conductores y la recomendación de que descansen 20 o 30 minutos cada 200 kms. o bien cada dos horas; consumir líquido para evitar la deshidratación; realizar ejercicio moderado (una caminata y estiramientos suaves); mantener el vehículo ventilado y a una temperatura de 20º; evitar posturas incómodas al volante, comidas copiosas y usar ropa holgada y cómoda, que no entorpezca la circulación sanguínea.

Predictivo

Varios fabricantes de camiones y buses han ido incorporando en sus vehículos tecnologías que potencian la seguridad activa. En este sentido, han tomado muy en cuenta a la fatiga como un factor que puede ser determinante para aumentar el riesgo de accidentes.

Por ello, han instalado en la cabina sensores que acusan cambios en la conducta del chofer, como la reincidencia en una conducción errática o la presencia de ciclos de micro sueño que se reflejan en los “cabeceos” que este puede tener, activando alertas.

Al mismo tiempo, en el último tiempo han aparecido alternativas complementarias que entregan nuevas opciones para controlar de mejor manera estas variables.

Una de ellas la ha desarrollado en Chile Gauss Control.

El sistema se conecta al GPS asociado al vehículo y procesa millones de datos generados en la ruta, para calcular el riesgo por fatiga de los conductores mediante un software que genera una serie de indicadores de riesgo, junto con un personalizado plan de mitigación.

“En otras palabras, calculamos la probabilidad de que un conductor sufra un evento de microsueño en una determinada jornada de interés. Por ello nuestro sistema analiza las pautas de turno, el ciclo circadiano y muchas otras variables y entregamos una propuesta de operaciones óptima, que se va analizando día a día respecto de cada conductor”, comenta Nicolás Godoy, gerente de Marketing de Gauss Control.

Esto se realiza junto a un proceso de acompañamiento y capacitación permanente de los conductores y de la entrega de un reporte a los coordinadores, de tal manera que puedan tomar decisiones que eviten correr riesgos y que se entienda que cambiar el turno o determinar que cierto conductor no puede operar en momento específico, no es es un castigo para este.

“Este programa escala distintas instancias, desde un análisis macro, hasta el procesamiento de datos, como los aportados por tecnologías de sensores en el vehículo y, más recientemente, pulseras que te dan parámetro fisiológicos que pueden determinar el estado de alerta del conductor. Entiende cómo se compone el índice de biocompatibilidad de una operación según la información de cada operario”, agrega Godoy.

Pasar 22 horas sin dormir, genera fatiga en nuestro cuerpo equivalente a tener 0,8 grados de alcohol en la sangre, según estudio de Gauss Control.

El modelo también incorpora datos como la ruta a seguir y puede indicar que, por ejemplo, para disminuir el estrés, una cuesta hay que bajarla a un menor velocidad o en menor tiempo y con eso se reduce el cansancio.

Leer ondas cerebrales

Una novedosa tecnología, que lee las ondas cerebrales, está siendo probada con éxito por compañías como BHP Billiton, Rio Tinto y Anglo American.

Se trata de Smartcap, un sistema que lee la actividad eléctrica del cerebro (EEG) y procesa esa información para determinar el nivel de fatiga de un individuo  (el estado de alerta / somnolencia). Para ello se instala en el casco o gorra del operador una pequeña tira metálica de 15 centímetros que permite transmitir esos datos sin alterar su comodidad.

«Se ubica en su frente y, en realidad, puede medir sus ondas cerebrales y observar patrones que muestran fatiga en el tiempo. Ese sensor luego habla con una pequeña unidad que instalamos en la cabina del camión y, cuando detecta fatiga, notificará a nuestros conductores, pero también, igual de importante, se integrará con nuestra oficina administrativa y los supervisores que también pueden recibir notificaciones para que puedan intervenir» comentó la gerente de Tecnología de BHP Billiton, Diane Jurgens, en la Conferencia Internacional de Minería y Recursos realizada en Melbourne, Australia, quien agregó “No puedes engañar a esta gorra porque está observando tus ondas cerebrales, no mirando tus ojos. Y por eso es una tecnología mucho mejor”.

El programa, actualmente implementado en 150 camiones, en la mina de cobre Escondida, ya ha entregado excelentes resultados en seguridad.

Asimismo, algunos hallazgos han derivado en mejorar las condiciones de la carretera y la señalética, características que incidían en una mayor fatiga del conductor.

Otra opción que permite controlar el nivel de cansancio involucra a los lectores de retina. Una prueba a la que se somete el trabajador frente a una pantalla y el software mide su capacidad de reacción así como su movimiento ocular, lo que lleva a establecer cuan alerta o descansado puede estar.

Todas estas tecnologías y protocolos que han ido aplicando las empresas es un avance sustancial en el control de la fatiga y, por ende, en la disminución de riesgo de accidentes. No obstante, la deuda está en lograr hacer más transversales estos controles, ya que en las rutas circulan muchos camiones y buses informales, donde sus conductores no cumplen con las normativas ni toman los descansos necesarios, poniendo en riesgo al resto de los usuarios, tanto particulares como profesionales .