Este modelo icónico de la marca americana logra mantener su imagen y, al mismo tiempo, incorporar elementos que lo hacen más eficiente, con menor costo de mantención y con un confort pensado para vivir en él.

No hay que renunciar a la esencia para responder a las exigencias de los nuevos tiempos. Y el Kenworth T 680 es un reflejo pleno de esto.
Mantiene la impronta robusta e imponente del camión americano, pero en la medida que se van viendo sus detalles, aparecen llamativos elementos que buscan potenciar la comodidad, bajar los costos de mantención y mejorar eficiencia en la ruta, y que se lograron tras cuatro años de investigación, cercanía con los clientes para conocer sus necesidades y una inversión de US$400 millones.
El concepto aerodinámico es ejemplo práctico de ello. Una serie de faldones de materiales más livianos, pero no por ello menos resistentes, van sumando bonos para el ahorro de combustible y menores costos de mantención. Así, el parachoques tiene un ángulo de ataque de 20º, lo que ayuda a la deflexión del viento y está dividido en dos piezas, para un reemplazo más rápido y económico. Lo mismo ocurre con gran parte de la cabina que está subdividida en varias piezas, sin afectar una visión global sólida del camión.
Otro detalle llamativo es la parrilla de aluminio que da una impronta al T 680 y protege la zona de aireación.
La cabina tiene características de confort parecidas a un auto. En la parte posterior hay dos válvulas unidireccionales de liberación de aire que hacen más fácil y hermético el cierre de las puertas, que, además, se abren en tres posiciones y tienen triple sellado.
Su interior es un 10% más ancho que las versiones anteriores, mejorando el desplazamiento.
El tablero, que mantiene un diseño clásico, incorpora tecnología como dos pantallas que entregan, en tiempo real, información al conductor para mejorar su desempeño, como consumo de combustible, uso del ralentí y frenados. Datos que también puede descargar el dueño o gestor de logística.
El piso es plano y el parabrisas de una sola pieza, gracias al ángulo de caída del capó y la cabina más ancha, tiene un 60% más de visibilidad que otros vehículos similares.
Cuenta con doble litera, varios compartimentos, hielera y bajo el primer colchón tiene una gran caja de herramientas, a la que también se accede desde el exterior.

Nuevo motor
Algunas cosas se mantienen, como la transmisión manual Eaton Fuller 16.980 de 18 velocidades. Pero la gran novedad está en su motor Paccar Mx de 13 litros, que desarrolla los mismos niveles de potencia de 430 a 510 HP (según versión) que los modelos anteriores de 15 litros.
Esta fabricado con una aleación de hierro y grafito compactado que lo hace más resistente y casi 100 kilos más liviano que un motor de acero tradicional.
Destaca por un sistema de inyección common rail más eficiente y por alcanzar el máximo de torque a las 900 rpm. Lo que sumado a los aspectos aerodinámicos de la cabina, permiten lograr hasta un 7% de ahorro de combustible respecto de versiones anteriores.