Luis Sánchez, Transportes Viña del Mar
“Todo va en la calidad del servicio”

Criado por familia de transportistas, no podía caer lejos el fruto del árbol. Pero a diferencia de su padre, no entró al mundo de las micros, sino al del traslado privado de pasajeros donde se ha consolidado junto a su socio Eduardo Llacht.

Tres empresas que trabajan de manera relacionada conforman el mundo laboral de Luis Sánchez en Viña del Mar.
Hace ocho años apostó por incorporar buses Daewoo a su flota y el resultado fue tan positivo que ya son 12 los modelos asiáticos que forman parte de sus servicio.

“Tienes que preparar muy bien a tus conductores para que tengan un buen desempeño ante tus clientes y sean puntuales”, Luis Sánchez, Transportes Viña del Mar.

Cuando el transporte se lleva en la sangre, poco se puede hacer para mantenerse al margen y Luis Sánchez es un caso al respecto.
Su abuelo, de quien heredó el nombre, junto con su padre, Reinaldo, y su tío, Felipe, fueron sentando las bases de la tradición familiar en el transporte urbano de la Quinta Región en las líneas Expreso Viña del Mar y Central Placeres.
En esa época este empresario pasaba sus veranos de niñez y juventud trabajando en lo que se necesitara para apoyar la empresa.
“Pero a mí nunca me gustó la dinámica de las micros. Lo encontraba complicado de operar y controlar. Así que cuando surgió la opción de meternos en el transporte de personal prestando servicio a la Armada, mi padre me apoyó con algunas de sus micros más nuevas, que alternábamos con los servicios urbanos, y empezamos a trabajar en este nicho a fines de los ‘80”, recuerda Luis Sánchez.
En el camino se asoció con Eduardo Llacht, con quien se ha ido consolidando en esta área de negocios a través de tres empresas que están interrelacionadas: Transporte Viña del Mar, Miramar y Luca.
Así surgieron clientes en el ámbito educacional, la Armada y empresas de la Quinta Región con las que trabajan hoy.
“Lo fundamental es prestar un buen servicio. Que los buses sean cómodos y relativamente nuevos y seguros. En ese sentido tienes que preparar muy bien a tus conductores para que tengan un buen desempeño ante tus clientes y sean puntuales”, enfatiza Luis Sánchez.

Hace unos ocho años este empresario marco un hito en sus operaciones al hacer una apuesta. Se embarcó en la compra de buses asiáticos, específicamente Daewoo.
“Desde un comienzo anduvieron muy, pero al principio tuvimos dificultades en la post venta, porque costaba encontrar repuestos. Pero desde que Maco tomó la representación de la marca, no hemos tenido ningún problema. Además que hemos logrado una muy buena relación comercial donde también les aportamos con bastante conocimiento
práctico”, indica este empresario.
También hace alusión al recelo inicial que tuvieron sus clientes al ver que llegaba con máquinas que no eran de las marcas más tradicionales.
“Pero cuando los probaron y se dieron cuenta de la comodidad y seguridad de los buses, se quedaron tranquilos y hasta el día de hoy estamos trabajando sin mayores problemas”, agrega Luis Sánchez.
Tan exitosa ha sido la relación que ya suma 12 buses Daewoo en su flota, que contempla
un total de 32 vehículos, y estima que son una alternativa al momento de irse renovando.

“También ha existido una evolución. Junto al mayor respaldo con Maco, ahora los buses vienen con motores Cummins, lo que también te da la certeza de tener una máquina con componentes de calidad y donde siempre tendrás repuestos”, señala.

Se siente tranquilo con los clientes que maneja hoy, pero en el mediano plazo Luis Sánchez, junto a su socio Eduardo Llacht, quiere ampliar su radio de acción buscando alternativas de servicios de transporte privado de pasajeros en Santiago y también una opción con el mundo de la minería. Ya han logrado un acercamiento para tener una base de operaciones en el norte y están preparándose para estudiar las licitaciones que requieren altos estándares de cumplimiento.
“No me complico en ese sentido, porque estamos preparados para responder a esos requerimientos. Tenemos experiencia y la calidad de nuestros servicio está validada”, enfatiza.
En otro ámbito, al igual que su padre Reinaldo Sánchez, quién fue presidente de la ANFP, ha estado vinculado a la historia de Wanderers, donde llegó a encabezar al club por cerca de cinco años. Pero hoy en día solo apela a la pasión de hincha para que los “caturros”
vuelvan pronto a la división de honor.
“Es muy desgastante ser dirigente. El vínculo siempre ha estado, y participó en el directorio de la inmobiliaria del club, pero ya tengo suficientes preocupación con el mundo del transporte. Prefiero disfrutar del fútbol desde la tribuna, mejor”, concluye este transportistas que ha seguido la tradición familiar.