Respetar la cadena de frío es fundamental. Por ello la incorporación de equipos frigoríficos que permiten hacer un seguimiento en línea, desde la salida desde el Centro de Distribución hasta el cliente final, ha sido una de las principales evoluciones de esta industria, que trabaja tanto con grandes flotistas como con pequeños empresarios.

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Si hay un segmento del transporte que ha incrementado sus exigencias, es el que implica respetar en todo momento una cadena de frío.
Para entrar en más detalles de las implicancias de una operación de este tipo, conversamos con el área de logística de Cial Alimentos, que tiene un amplio mix de productos tanto congelados como refrigerados.
Al igual que otros nichos, ellos tercerizan el transporte, lo que implica que deben coordinar importantes protocolos, porque el conductor se transforma en la representación de la imagen de la empresa ante el mandante, que puede ser tan disímil como un almacenero o un gran supermercado.

Equipo
En esta área de negocios, si bien el tipo y calidad de camión es relevante, el factor que marca la diferencia es el equipo y sus configuraciones están dadas por el área de negocio: Abastecimiento (T1) o Reparto (T2).
Recientemente, licitaron el primer segmento y dispusieron como requisito tener camiones con máximo tres años de antigüedad y ramplas nuevas, multitermales, con una vida útil estimada de ocho años, ya que los aislantes van perdiendo su condición.
En la práctica se generan colchones climáticos, alternando zonas de congelados y refrigerados separadas por cortinas selladas.
Aquí también cobra una importancia vital el equipo de refrigeración.
“Si bien no exigimos marcas, la experiencia nos hace recomendar Thermo King a nuestros transportistas, porque nos da la tranquilidad de que no tendrán fallas, tienen una vida útil más larga y contamos con una alianza con la marca para facilitar la mantención en nuestras instalaciones”, comenta Andrés Rogozinski, sub gerente de Transportes de Cial Alimentos.
El ejecutivo reconoce que en los últimos años ha existido un avance tecnológico que permite hacer un seguimiento más exacto a la cadena de frío.
“Controlas a distancia el equipo y puedes ver en tiempo real la temperatura de cada una de las cámaras. Si hay un parámetro que esté fuera de lo programado, como un cambio de temperatura relevante, saltan las alertas y una central de control puede solucionar el problema sin la intervención de conductor. Además, puedes mostrar objetivamente, con un informe, el estado de cada etapa del traslado de los productos”, agrega el encargado de logística de Cial.
En el caso del Abastecimiento puede decirse que es menos complejo, porque el destino final es una oficina zonal de la misma empresa a la que llegan los 22 camiones que trabajan a largo del país. Aunque por tratarse de alimentos perecibles de una caducidad relativamente rápida, es un desafío logístico mantener un stock de acuerdo a la venta.
Una dificultad particular dispone el Reparto. Aquí también hubo cambios recientes ya que, luego de la construcción de su Centro de Distribución, Cial amplió su mix de congelados a productos de otras marcas distintas a las empresas de cecinas que conforman el holding, como bollería (pan congelado), yogures y quesos, por citar algunos. Esto implicó que la red de reparto, que incluye desde camiones de 10 toneladas (pensados para supermercados) hasta camionetas, también deben contar con equipos multitermales (frío y congelado).
En este universo son 280 vehículos y, solo en Santiago, trabajan con más de 70 transportistas que, en promedio tienen dos camiones.
“A esos conductores durante tres semanas se les hace una inducción que implica muchos aspectos que implican protocolos de acción, desde cómo relacionarse con un cliente hasta cómo debe distribuirse la carga en el camión. Para eso tenemos un par de vehículos propios donde hacen recorridos con instructores con experiencia”, indica Andrés Rogozinski.
Un ejemplo muy representativo del detalle de la labor del conductor está dado por el tipo de producto a entregar. Una bolsa de vienesas es estándar, pero un salame o un jamón puede variar en su peso y el almacenero debe tener la certeza que la pieza por la que pagó es la misma que salió junto a otras tantas similares desde el Centro de Distribución.

En la calle
La tecnología también es relevante en este llamado T2. Recientemente incorporaron el sistema Beetruck que ordena las rutas de reparto y hace un seguimiento en tiempo real de su estado, emitiendo alertas cuando, por ejemplo, un almacén está cerrado o el camión estuvo más del tiempo destinado a la entrega en un supermercado.
“En el primer caso se respalda hasta con una foto del negocio, con lo que podemos establecer objetivamente cuál fue el problema. En este tipo de logística de última milla el factor de las ventanas de entrega es muy relevante y gracias a la parametrización que nos ha entregado, en una primera etapa, Beetruck en Santiago y Viña del Mar, bajamos la tasa de rechazo de 5,8% a 3,6%, que es algo muy relevante. Además, contamos con una prueba física de cuál fue el problema”, detalla el sub gerente de Transportes de Cial Alimentos.
Un factor no menor que hay que tener presente permanentemente, es la seguridad.
Para el caso del T1 (Abastecimiento) hay protocolos de acción que apuntan, por ejemplo, a conocer las llamadas zonas rojas o de mayor riesgo delictual, donde no se puede detener el camión o que son evitadas en las programaciones de rutas.
Respecto del T2 es más complejo, porque no se puede aislar una población que puede ser conflictiva.
“Ahí se establecen protocolos más específicos, enviando una mayor cantidad de camiones, con menor cantidad de carga para repartir en un tiempo más acotado. En todo caso, siempre el protocolo apunta a cuidar la integridad del conductor y el peoneta, porque siempre van dos personas en el vehículo”, señala Andrés Rogozinski.

Futuro
Como se puede apreciar hay muchas variables que inciden en este nicho de la industria del transporte, aunque, en la experiencia de Cial, el apoyo y capacitación que le dan a sus prestadores de servicios ha permitido que no tengan grandes problemas o faltas de parte de éstos, con una estimación de utilidades con una base del 10%. Que, por cierto, puede mejorar en la medida de la eficiencia en la gestión de cada transportista.
En cuanto a la operación misma, hay una preocupación por la huella de carbono y eso se refleja en el uso de camiones y equipos nuevos.
Para los encargados de logística de esta empresa de alimentos, temas como la electromovilidad, aún están lejanos para el segmento porque los equipos de frío implican una demanda energética que no se puede cubrir con estas tecnologías aún.
Los principales cambios se seguirán dando en una optimización de la trazabilidad, determinar dónde está el vehículo, cuál es la mejor ruta, y claramente, cómo aseguro que la cadena de frío se respete desde que los productos salen desde el Centro de Distribución hasta el cliente final.

Transportes Nazar, Tradición en frío
Si hay una empresa con historia en el traslado de refrigerados es Transportes Nazar. Por 1976 comenzó a prestar servicios para las fábricas de helados, que está entre los productos más complejos, ya que, dada su baja inercia térmica, no pueden pasar mucho tiempo con temperaturas superiores a los -30º.
“Desde el punto de vista de la forma, no ha habido grandes cambios, porque se trabaja con dos elementos, un contenedor con aislación, es decir, un gran cooler y un equipo refrigerante. Lo que sí ha cambiado para lograr una mayor eficiencia y control son los componentes y la conectividad de los equipos”, explica Miguel Nazar, gerente general de esta empresa.
En este sentido, cuenta que ha habido avances al cambiar los gases refrigerantes por unos más ecológicos y en la composición del poliuretano de las paredes aislantes, lo que permite que los equipos de este tipo se ocupen por aproximadamente 12 años.
“Ahora, al poder controlar a distancia el equipo, se ha ganado mucho en la trazabilidad de la carga, porque puedes ver todo el tiempo a qué temperatura van los productos congelados y refrigerados”, apunta.
Un aspecto relevante para este desarrollo ha sido una mayor fiscalización, los altos estándares con que trabajan los mandantes para los que trabajan y la diversificación del mercado, porque hasta hace unas décadas lo único que se transportaba refrigerado o congelado eran los helados y la carne y, hoy en día, hay una infinidad de productos.
El otro tipo de equipos que usan son los que tienen placas eutécticas. Estas se congelan y pueden mantener por varias horas temperaturas de -40º. Como en el reparto en ciudades las puertas se abren regularmente, este tipo de sistema es más eficiente que contar con el flujo de aire frío de un equipo refrigerante.