La nueva generación de la pick-up americana se maneja como ninguna otra e incluye una variante tope de gama que ofrece la máxima experiencia de lujo a sus ocupantes. Por Marcelo Palomino / Autocosmos Chile
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Es bien sabido por todos que el fenómeno de las full size pick-ups es responsabilidad casi exclusiva de la demanda en Estados Unidos, aunque lentamente comienza a cobrar fuerza en mercados menores como el nuestro, donde cada año se comercializan unas 5.000 unidades.
Eso explica que la nueva generación de las RAM 1500, llegada a Chile a principios de este año, incluya por primera vez una variante Limited, quizás si la camioneta más lujosa del mundo. Fue desarrollada para entregar la mejor experiencia abordo, en el manejo, en la calidad de marcha y en el confort, e incluye tecnologías sorprendentes en un segmento como éste.
No falta nada, y la gran protagonista es la pantalla táctil de 12”, desde donde se controla cada una de las funciones del vehículo. 
El cuero utilizado en asientos, volante, paneles y tablero tiene un tacto suave, mientras que la botonería ofrece un feeling pesado y metálico. 
Se sacrifica la capacidad de carga, que en este caso es de 715 kilos. Sin embargo, el 80% de los trayectos se hace con la caja va vacía, por lo que se valora más la ganancia en términos de confort gracias a la eliminación del molesto rebote. 
La tracción funciona por defecto en modo Auto, enviando la potencia a las ruedas traseras o repartiéndola en las cuatro según requerimiento, aunque también ofrece un modo 4×2, un 4×4 High y de marcha baja. 
El techo panorámico le da gran luminosidad y marca un detalle extra de belleza en la cabina. 
Motor V8 HEMI de 5.7 litros, que entrega 395 HP y 556 Nm de torque, y que va asociado a una transmisión automática de ocho velocidades.
Estrena un nuevo chasis, que está fabricado casi en su totalidad con acero de ultra alta resistencia, e incluye algunas partes de aluminio, con lo cual es más ligera y rígida que antes.
En el diseño las formas son ahora fluidas y el frontal ha perdido algo de esa rudeza que las caracterizaba, pero esto tiene una razón de ser: la nueva silueta es aerodinámicamente más eficiente.
El uso masivo del cromo está a la vista, las llantas son inmensas y la pisadera es retráctil, lo que le confiere una apariencia lateral limpia. Y en la zaga, la tapa de la caja tiene apertura automática y, al ser de aluminio, resulta tan ligera que se puede cerrar con una sola mano.
Máximo confort, más capacidad de carga
Bajo el capó tenemos un viejo conocido: el motor V8 HEMI de 5.7 litros, que en esta ocasión entrega 395 HP y 556 Nm de torque, y que va asociado a una transmisión automática de ocho velocidades.
La tracción funciona por defecto en modo Auto, enviando la potencia a las ruedas traseras o repartiéndola en las cuatro según requerimiento, aunque también ofrece un modo 4×2, un 4×4 High y de marcha baja.
El gran secreto para la marcha suave y confortable de la RAM 1500 es la suspensión trasera con resortes helicoidales, en lugar de la típica arquitectura de muelles o ballestas que toda pick-up ofrece.
Es cierto que se sacrifica mucho en materia de capacidad de carga, que en este caso es de 715 kilos. Sin embargo, RAM sabe que en más del 80% de los trayectos, la caja va vacía, por lo que se valora más la ganancia en términos de confort gracias a la eliminación del molesto rebote.
En cambio, la capacidad de arrastre aumenta, con 5,1 toneladas, y cuenta con una serie de sistemas que facilitan el acoplamiento de un remolque.
Para hacer el manejo todavía más suave, la versión Limited cuenta con una suspensión neumática ajustable en 4 niveles. En su posición más baja denominada Entry, el acceso a la cabina o al pick-up se hace con mucha facilidad; en modo Off Road 2, en tanto, se eleva muchísimo para así librar cualquier obstáculo sin problema.
El paquete mecánico termina ofreciendo una calidad de marcha inédita para cualquier pick-up. La manera en la que absorbe las irregularidades del camino y compensa el cabeceo propio de un vehículo que va rodando a esa altura es impresionante, y se asemeja mucho al de una SUV premium.
Por si fuera poco, el V8 se siente poderoso y contundente, mientras que la transmisión efectúa las transiciones de manera prácticamente imperceptibles. Eso sí, el consumo es obsceno. A nosotros nos dio 5 km/litro, pero siendo honestos, si compras una pick-up de esta categoría, el rendimiento no es tema.
Interior a todo lujo
Puertas adentro la calidad de materiales, ensamble y atención al detalle es de alto nivel. El cuero utilizado en asientos, volante, paneles de puertas y tablero tiene un tacto suave y agradable, mientras que la botonería ofrece un feeling pesado y metálico.
Del lado del equipamiento no falta nada, y la gran protagonista es la pantalla central táctil de 12”, desde donde se pueden controlar cada una de las funciones del vehículo. El sistema U-Connect ofrece compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, y para completar la conectividad, cuenta con cuatro puertos USB C y cinco USB tradicionales.
El climatizador es automático de dos zonas, los asientos tanto frontales como traseros cuentan con ventilación y calefacción, y el techo panorámico es gigante. Mención aparte merece el sistema de audio Harman Kardon, que es de 19 parlantes y 900 watts, con una potencia y calidad de reproducción increíble.
La consola central es inmensa, capaz de recibir un laptop adentro, y ahí también está el cargador por inducción, que es tan grande que permite cargar una tablet o varios teléfonos celulares a la vez.
Atrás se repite la fórmula. Todo es de proporciones bíblicas, empezando por el espacio para las piernas (la distancia entre ejes es 10 cm mayor), y definitivamente caben tres adultos de peso completo sin problema. Adicionalmente, hay lugar para ocular objetos debajo del asiento y un par de compartimentos más ubicados bajo el piso.
