A diferencia de muchos transportistas, Leopoldo Sepúlveda no estuvo ligado al rubro desde sus inicios. Partió trabajando en la administración pública pero con el tiempo, buscando nuevos horizontes, se embarcó en la locomoción colectiva en el recorrido Concepción-Chiguayante
Con la experiencia adquirida, por el año 1982, empezó con una empresa de transporte de pasajeros que operaba en el terminal Collao, y llegó a su consolidación con PullmanTur, empresa que fundó en 1996.
“Solamente poner esfuerzo y perseverar hasta lograr el objetivo, y mucha dedicación solamente a una actividad. Me he enfocado 100% en el transporte interurbano, y siempre he querido distinguirme en el servicio, no para el ego mío, si no para prestar un servicio a la comunidad”, contó en su momento el empresario.
Tras una larga enfermedad, a los 74 años, Leopoldo Sepúlveda falleció el 12 de julio pasado, pero su legado lo están continuando su esposa, Patricia Villalobos, y sus cuatro hijos, Roger, Javier, Valeria y Eliana. Estas dos últimas, durante el último periodo han asumido la dirección de PullmanTur bajo los mismos principios de esfuerzo y preocupación por el pasajero que tenía su padre.