Hoy existen muchos conceptos erróneos respecto a los camiones eléctricos. Muchos de ellos tienen que ver con las baterías y su impacto medioambiental. Para poder tomar las mejores decisiones para el medio ambiente es importante saber distinguir los hechos de los mitos.

Transformar el sector del transporte de forma sostenible para ajustarse al Acuerdo de París sobre el Cambio Climático es un reto y requerirá tanto decisiones gubernamentales como normativas durante la próxima década. Mientras tanto, la electrificación del transporte y la gama de modelos de vehículos pesados con cero emisiones sigue creciendo. Las baterías son una parte importante de esto, pero ¿hasta qué punto son sostenibles?

He aquí una lista de mitos comunes sobre las baterías de los camiones eléctricos:

  1. Las baterías de los camiones eléctricos tienen un impacto climático tan elevado en comparación con los camiones diésel, que aún no merece la pena invertir en camiones eléctricos.

El impacto climático de un camión eléctrico es muy bajo cuando el camión está en uso, pero ligeramente superior durante la producción. Esto se debe a que el proceso de producción es más intensivo en energía y, por tanto, el impacto climático de la producción de un vehículo eléctrico es mayor que el de su equivalente diésel.

Pero, si el camión eléctrico de batería funciona con electricidad generada a partir de una fuente renovable, su impacto climático será menor que el del camión diésel después de sólo 100.000 km, lo que suele tardar menos de un año. Por eso es importante hacer una evaluación del ciclo de vida que tenga en cuenta el impacto ambiental a lo largo de toda la vida útil del vehículo y no sólo en la fase de producción. Al mismo tiempo, se está invirtiendo en la producción de baterías con energía 100% renovable y en los últimos años se han hecho muchos progresos medibles.

  1. La disponibilidad limitada de energía verde significa que la carga de los vehículos eléctricos no será respetuosa con el medio ambiente.

El beneficio climático de un vehículo eléctrico depende del acceso a la electricidad verde. Por ende, no habrá beneficios climáticos en los países que no tienen acceso a la electricidad verde. Sin embargo, también hay otros factores medioambientales importantes que hay que tener en cuenta con los vehículos eléctricos. Por ejemplo, la ausencia de emisiones de escape, la reducción del ruido, la mejora del entorno de trabajo, la mejora sustancial de la calidad del aire local y la posibilidad de transportar mercancías en zonas de emisiones cero.

Además, la accesibilidad a la electricidad verde en todo el mundo está aumentando. En 2020 la cuota de renovables en la Unión Europea aumentó[i] al 37% del 34% en el que se posicionaba en 2019. Asimismo, la cuota mundial de renovables fue del 29%, 2% superior a lo logrado en 2019[ii]. En 2021 el crecimiento de la electricidad renovable se aceleró más que nunca en todo el mundo, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), las energías renovables representarán casi el 95% del aumento de la capacidad eléctrica mundial hasta 2026.

  1. No es posible reutilizar y reciclar las baterías de los camiones eléctricos.

Ambas cosas son posibles actualmente y el desarrollo y las inversiones en este ámbito aumentan junto con los volúmenes de baterías. Además, existen nuevas legislaciones en todo el mundo, como la Directiva sobre Baterías en Europa[iii], que establece la responsabilidad del productor en materia de reutilización y reciclaje. Una vez que la capacidad de la batería de un camión alcanza un determinado límite, puede utilizarse en una ruta en la que sea suficiente una menor autonomía o trasladarse a un vehículo con operaciones más ligeras.

Cuando la capacidad de la batería ha caído por debajo de su capacidad de uso, hay varias opciones. Por ejemplo, refabricar la batería para devolverla a su estado original. También se espera que el reacondicionamiento de la batería o su reutilización en el almacenamiento de energía residencial o industrial sea una aplicación importante.

En ese sentido, el reciclaje será el último paso para aprovechar los valiosos materiales de la batería.

  1. Es mejor esperar a las futuras inversiones en camiones ecológicos o a que los camiones con baterías de combustible de hidrógeno sustituyan a los camiones eléctricos de batería.

El vehículo eléctrico de batería y el vehículo eléctrico con tecnología de celdas de combustible se complementan, y ambas tecnologías serán necesarias para afrontar los retos que se avecinan. Las mejores soluciones dependen de diversos factores como los distintos tipos de transporte, las necesidades de los clientes y los requisitos locales, como la infraestructura.

Para las tareas que consumen más energía, como las cargas pesadas y el transporte de larga distancia, los camiones eléctricos de celdas de combustible de hidrógeno son una alternativa con cero emisiones de gases que satisface la demanda a largo plazo en términos de productividad y sostenibilidad. Sin embargo, los camiones eléctricos con baterías de combustible de hidrógeno aún no están totalmente disponibles, pero lo estarán cada vez más en los próximos años. Los camiones eléctricos de batería, por su parte, ya son muy competitivos y, en pocos años, pueden ser más rentables que el diésel.

La capacidad energética de las baterías es un factor importante en lo que respecta a la autonomía de este tipo de vehículo eléctrico. Con el continuo desarrollo de las baterías y una creciente infraestructura de recarga, una parte importante del transporte de mercancías en Europa puede realizarse hoy en día con camiones eléctricos de batería. Por varias razones, entre ellas el clima, no hay que esperar a que se realicen más inversiones ecológicas.

 

  1. Hay violaciones de los derechos humanos en el proceso de producción de las baterías.

Una batería eléctrica se produce con diferentes materias primas y muchas de ellas proceden de minas. Un componente importante y común en las baterías de iones de litio es el cobalto. El abastecimiento de este material ha suscitado controversia en los dos últimos años debido a las violaciones de los derechos humanos y laborales en países como la República Democrática del Congo, según ha informado Amnistía Internacional. La industria del automóvil lleva varios años trabajando conjuntamente[iv] para asegurar la trazabilidad en la cadena de suministro y garantizar que los proveedores siguen y respetan los derechos humanos, el medio ambiente y la ética empresarial.

  1. La eficiencia de las baterías disminuye en climas fríos, lo que hace que los camiones eléctricos sean una opción menos viable.

El impacto es menor de lo que se podría pensar. En algunos camiones hay características que ayudan a mantener las baterías a su temperatura óptima (+25 grados centígrados) al comenzar el día. En el caso de Volvo Trucks, por ejemplo, la pérdida de autonomía a -10 grados centígrados es de aproximadamente un 3%. A -20 grados Celsius, la pérdida es de un 10%. Es bueno tener en cuenta que el clima frío aumenta el consumo de energía, independientemente de la línea motriz, debido al calentamiento de la cabina y, por lo tanto, siempre afecta a la autonomía del vehículo.

  1. No hay suficientes minerales para las baterías si todo se va a electrificar.

Hay buenas razones para que los fabricantes se preocupen por el acceso a muchos minerales. A corto plazo no se espera que sea un problema, pero a largo plazo es necesario buscar minerales alternativos, reducir las cantidades necesarias y aumentar el uso de materiales reciclados.

Muchas empresas están formulando objetivos ambiciosos en cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero para cumplir con el Acuerdo de París, y los camiones eléctricos a batería son uno de los medios para alcanzar estos objetivos.

 

[i] https://renewablesnow.com/news/renewables-share-in-eu-electricity-climbs-to-37-in-2020-770744/

[ii] https://www.iea.org/reports/global-energy-review-2021/renewables

[iii] https://environment.ec.europa.eu/topics/waste-and-recycling/batteries-and-accumulators_en

[iv] https://www.responsiblemineralsinitiative.org/