La presentación de este auto fue el primer paso de Mazda en posicionarse en el segmento SUV Premium con un producto de calidad, tecnología y seguridad, envuelto en una carrocería que es imposible no mirar. Tuve el placer de manejar la versión Premium Sport D, en color rojo cristal, que me hizo sentir por primera vez que se siente cuando las miradas te siguen cuando pasas.

Mirado de frente, la parrilla negra tiene un look imponente que se alarga hacia los costados por unos focos con signature wings. El nuevo parachoques de diseño angular cuenta con dos tomas de aire para que sea más aerodinámico.

La versión Premium Sport D, para que quepa un motor de seis cilindros en línea de 3.3 litros con hibridación suave (MHEV), pero esta vez diésel, tiene un capó alargado que logra que se vea aún más imponente. Ya que estamos en temas mecánicos, el motor genera 250 hp y 550 Nm de par motor entre las 1.500 y 2.400 rpm. En este caso, gracias al aporte del motor eléctrico de 12,4 kW el consumo mixto es de 20,4 km/l bajo el ciclo NEDC.

Ahora, si lo miramos por detrás, se ve mucho más amplio que los 1.949 mm que tiene en realidad. El All-New CX-60 está construido sobre la nueva plataforma Skyactiv Scalable Architecture Large; mide 4.740 mm de largo, 1.949 mm de ancho y 1.680 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.870 mm. Esto permite que el interior sea amplio y cómodo para cinco pasajeros adultos. Y un espacioso maletero con capacidad de carga de 570 litros que tiene un sistema de apertura de manos libres (con el pie).

 

Lujo envolvente

Desde que que te sientas en él, se disfruta la clara opción de sus diseñadores por la comodidad: asiento del conductor y volante tienen controles eléctricos para su ajuste y la configuración de la pantalla de infoentretenimiento de 12,3´´ permite guardar esas configuraciones. Otros elementos que se ajustan automáticamente son los espejos que permiten una conducción más segura. En retroceso, se pliegan un poco hacia abajo para mejor visibilidad.

Mi segundo paso en el check list es la facilidad de la conexión inalámbrica con Car Play o Android Auto, y acá es casi automática.

La opción por posicionarse en el segmento de los SUV Premium se nota en detalles como la bicoloridad en el panel y los asientos de Nappa. Manejarlo en pleno julio hace que la calefacción de los asientos y del volante sea un real placer.

Y si se quiere una experiencia religiosa, música en el sistema sonido Bose de 12 parlantes y subwoofer, y el techo panorámico completamente desplegado… es un placer absoluto.

 

Ultra seguro

La seguridad es un tema que se toman en serio en Mazda y por eso destacan de serie: el sistema I-Activesense que incluye control crucero adaptativo (MRCC), alerta de tráfico cruzado trasero y delantero (RCTA/FCTA), alerta de salida de carril (LDWS), asistente de mantenimiento de carril (LAS), monitor de punto ciego (BSM) y asistente de frenado de emergencia (SBS); cámara de 360° de alta resolución, control de descenso, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, Head Up Display, luces led adaptables (ALH) y el G-Vectoring Control Plus (GVS Plus), además de los siete airbags, los anclajes Isofix y el sistema Mi-Drive con modos de conducción Normal, Sport y Off-Road.

Las cuatro versiones cuentan con frenos de discos ventilados en las cuatro ruedas y un esquema de suspensión de doble horquilla adelante y multilink atrás.

Por si el Rojo Cristal no les parece suficientemente irresistible, el All-New Mazda CX-60 ya está disponible en siete colores (blanco cristal, plata metalizado, beige, rojo cristal, azul oscuro metalizado, gris metálico y negro.

Si se tentaron, acá el precio de esta belleza: $52.990.000 de la Premium Sport D.

Porque es un imán para las miradas y bueno para el ego, les recomiendo visitar las sucursales de Mazda… les aseguro que vale la pena.