Un empresario que ha sabido hacerse notar en la prestación de servicios con camiones aljibes en la Región del Biobío, enfocándose en que un cliente satisfecho sea su mejor carta de presentación.

Un mapa de la Región del Biobío cubre su escritorio y es como su tablero de ajedrez. Si bien no está metido en el detalle de la operación de sus camiones, tiene claro que su límite para crecer es tener el control total de la empresa y le gusta saber cómo se están moviendo sus piezas o camiones.
Divide su jornada entre la administración de una planta de áridos y Fullservice, su compañía de transportes en la que mueve regularmente unos 20 camiones aljibes; 12 que son suyos y el resto son subcontratados.
“El gran salto lo di al ganarme unas licitaciones con las forestales y cada vez es mayor la demanda. Con este tema del cambio climático, no llueve mucho, y a eso se suma que las comunidades son exigentes con el tema medioambiental. Así que se tienen que mojar regularmente los caminos y entregamos opciones al gusto del cliente. Incluso con componentes que ayudan a reducir el polvo en el aire”, nos comenta Adán Muñoz, en su oficina en Chillán.


Reconoce que es un nicho con bastante competencia, pero enfatiza que la calidad de la atención es la que marca la diferencia.
“Nunca entregar un mal servicio y, si surge un problema, hay que dar la cara. Si se debe asumir un costo adicional o hacer de nuevo el servicio, hay que hacer la pérdida al tiro. Que el cliente sienta que uno se preocupa y le entrega una solución integral. Si trabajas bien, te recomiendan. Además, que hay que pensar en el largo plazo, el negocio de una vez no sirve, tienes que fidelizar”, agrega este empresario.
Uno de los factores que resalta para marcar una diferencia, es rodearse de un buen equipo. Tiene un administrador eficiente y casi no sufre rotación de sus conductores. Incluso, apunta, “el fuerte del trabajo es solo de ocho meses, pero les pago como si trabajaran todo el año. Entonces siempre vuelven. Aquí lo fundamental es el compromiso, porque hay que responder al cliente. Imagínate que si me piden un aljibe para apagar un incendio forestal, no puedo hacerlos esperar”.
Otra estrategia que le ha funcionado es contar con conductores de mayor edad. Como el tipo de trabajo es más pausado, al ir mojando los caminos, y las distancias no son tan largas, es un perfil ideal. “Es gente que ya viene de vuelta y sabe lo bueno y malo de la vida, así que es más agradecida y te responde mejor, se ‘camisetea’ más”, resalta Adán Muñoz.

Flota china
Como buen contador, las cifras le tienen que cuadrar a la perfección y, al momento de configurar su flota, no lo pensó dos veces al comprar Jac.
“Estaba a punto de cerrar con otra marca que me iba a financiar el banco, pero me visitaron unos ejecutivos chinos que me ofrecieron un precio muy bueno y opciones de financiamiento y no lo pensé dos veces, me casé al tiro con ellos”, recuerda el dueño de Fullservice.
Eso ocurrió hace seis años y no ha tenido dificultades. Es más, enfatiza que el respaldo de post venta de Dercomaq ha sido el mejor, porque le han respondido con presteza a cada requerimiento, ya que tener la disponibilidad de su flota es fundamental para poder cumplirle a sus clientes, y ese es su máximo objetivo.
Si bien no quiere crecer a un nivel donde pierda el control de la empresa, enfatiza que tiene espíritu de emprendedor. Ya está analizando una nueva veta de negocio en el transporte, de la que no quiere adelantar detalles mientras no la consolide. Lo que sí tiene claro es que al momento de configurar la flota para esta nueva iniciativa contará con el apoyo de Jac, y está pensando en comprar el modelo K7 por el atractivo y buena respuesta que significaría para esta nueva faceta en su negocio.