Pruebas realizadas por Shell para comparar lubricantes de alta viscosidad respecto de sintéticos menos viscosos, aportaron importantes datos de mayor duración, menor desgaste de piezas y un relevante ahorro de combustible.

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Así como se ha comprobado que los motores más potentes pueden resultar más eficientes y económicos que otros con menos caballos de fuerza, otro mito que hay que derribar es que el aceite hay que “sentirlo en los dedos”, y que una mayor viscosidad es mejor.

Dan Arcy, gerente técnico global de OEM y enlace de la asociación de comercio de la industria en Shell Proyectos y Tecnología.


Shell ha venido realizando estudios para comprobar cómo el uso lubricantes menos viscosos tiene una incidencia importante en muchos aspectos de la operación.
“Si bien un aceite sintético de menor viscosidad puede ser un poco más caro, al final de la ecuación hay factores que demuestran lo contrario; como aumentar el intervalo de cambio del lubricante y los filtros; menor permanencia en el taller y, por ende, mayor disponibilidad; mayor protección de las piezas del motor, que hoy en día son sometidas a mayor temperatura y presión, y un importante ahorro de combustible que redunda en una operación más limpia”, explica Dan Arcy, gerente técnico global de OEM y enlace de la asociación de comercio de la industria en Shell Proyectos y Tecnología.
Esto quedó reflejado en una serie de pruebas realizadas en ruta en EE.UU., Alemania y China con seis tipos distintos de camiones en cada país, sometidos a las mismas condiciones y equilibrando hasta las variables climáticas, como la velocidad del viento.
En concreto, al comparar el desempeño de distintos tipos de aceite, bajo las mismas variables, se pudo determinar, por ejemplo, en EE.UU. que entre un 15w-40 y 10w-30 se alcanza un 2,65% de ahorro de combustible y, en el caso de Europa, al comparar al primero con un aceite 5w-30, la disminución llega al 3%.
“Lo importante no es solo que hay un beneficio en la utilidad de la empresa, porque al bajar el consumo y lograr una mayor eficiencia, también hay un fuerte impacto en la disminución de la huella de carbono y las estrategias de las grandes compañías apuntan a tener un desempeño más verde. Ese es un aspecto cada vez más valorado al momento de contratar el transporte”, agrega Dan Arcy.

Starship, eficiencia máxima
En un proceso de buscar el mejor desempeño posible de un camión en ruta, Shell Lubricantes y AirFlow Truck Company crearon Starship, con el objetivo de demostrar que es posible reducir la demanda de energía en el transporte de carga.
En este sentido apelaron a la relación de varios factores. Por un lado está el diseño del vehículo, que en este caso involucró carenarlo con elementos de fibra de carbono para aumentar su aerodinámica frontal, lateral y trasera. Incluso se retiraron los espejos retrovisores y se utilizaron cámaras que, además, redujeron los puntos ciegos.
Además, se dispusieron paneles solares en el techo para abastecer de energía a los requerimientos eléctricos del vehículo, como aire acondicionado.
Tiene un motor de seis cilindros con 400 HP y 1.850 pies-libras de torque / 2.508 newton metros, calibrado con la transmisión para funcionar desde velocidades muy bajas hasta 800 rpm.
El camión utilizó un aceite de motor de alta resistencia totalmente sintético de última generación de Shell. El uso de aceites base totalmente sintéticos, además de tecnología avanzada de aditivos, ofrece protección contra el desgaste, los depósitos y la descomposición del aceite. La menor viscosidad aporta un ahorro de combustible superior en comparación con un SAE 15W-40 convencional.
El recorrido se hizo desde San Diego, California, hasta Jacksonville, en Florida. Un total de 3.700 kilómetros y un peso total (camión más carga) de 33 toneladas.
El recorrido se hizo en condiciones reales, incluyendo paradas no planificadas y lluvias torrenciales en el camino.
La economía de combustible promedio total del camión Starship fue de 8.94 millas (14,3 kilómetros) por galón (3,8 litros), en comparación con la economía de combustible promedio en los Estados Unidos para camiones de transporte de 6.4 millas por galón. El mejor desempeño fue de 10.2 millas por galón.
Starship alcanzó 178.4 toneladas / milla por galón, casi una mejora de 2.5 veces en comparación con la eficiencia promedio de tonelada de carga de Norteamérica de 72 toneladas / milla por galón para camiones.
Si todos los camiones en EE.UU. (2 millones), alcanzaran el rendimiento global de eficiencia de combustible y tonelada de carga del Starship, emitirían aproximadamente 229 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera por año. Esto correspondería a una enorme reducción del 60 por ciento.
Asimismo, en 2016, Shell trabajó con Gordon Murray Design y Geo Technology para co-diseñar el Shell Concept Car, un vehículo urbano ultra eficiente que, en comparación con un automóvil típico de la ciudad, utiliza un 34% menos de energía primaria durante toda su vida útil.