Hace tres años se despidió, como él mismo lo dijo, “en la cima”. Pero su inquietud empresarial no le permitió quedarse pasivo, y hoy lo tenemos nuevamente a la cabeza de un servicio rural que pretende posicionarse como pionero en tecnología y profesionalismo en la provincia de Chacabuco a través de OK Buses.

Probablemente, los recuerdos de los inquietos años en que Alberto lideraba el servicio entre Santiago y Quilicura con QUILICAL no lo dejaron tranquilo; aún menos luego de encabezar el éxito del servicio interurbano entre Santiago y Curicó a través de Nueva Andimar, compañía que sorprendentemente vendió al holding de JM en el 2019 para comenzar su retiro.

Al pasar la pandemia, en noviembre del 2021, con la agudeza que lo caracteriza, decidió comenzar un nuevo servicio de transportes: “pequeño, humilde”, como él mismo señala, pero que ya tiene 16 taxibuses operando entre Santiago y Colina, y al cual se sumarán 10 nuevas unidades para la flota “más moderna y tecnológica del sector rural”, según nos cuenta.

A sus 78 años, Alberto Muñoz Brocco posee una energía y vitalidad envidiable que le permite planificar y establecer las prioridades del negocio junto a sus hijos Felipe, Jorge y su yerno Sergio Valencia, quienes lo acompañan en este nuevo desafío.

Se reconoce un hombre sencillo sin grandes ambiciones, austero, capaz de vivir con lo justo, pero con ganas de dejar un legado importante en el rubro del transporte de pasajeros por carretera: la innovación permanente.

Luego de su despedida mediática nos cuenta por qué decide volver a la rueda del trasporte.

“Ningún deseo ni ley están hechos en piedra y uno puede cambiar su modo de pensar. Y hoy vuelvo como un tigre después de un descanso de tres años; con un equipo moderno de profesionales que son mis hijos para ejecutar este nuevo recorrido, donde he puesto toda la tecnología para hacer un servicio distinto, donde los conductores deben tratar bien al pasajero, ser corteses, educados… Estas máquinas son muy costosas y su precio es el doble del costo de un taxibus normal; pero hemos hecho este esfuerzo para demostrar que queremos hacer algo distinto, innovador”, enfatiza.

Alberto señala que este servicio es innovador y único porque se trata de “unidades con aire acondicionado que ningún recorrido rural en Chile los tiene”; con puertos USB, con cabina de fábrica para los conductores, un circuito cerrado de televisión para los pasajeros y asientos reclinables de tela.

 

-En su historia como empresario, ¿cómo ha influido el éxito de su negocio la relación con EPYSA?

Me dicen que yo soy innovador, pero a mí me gusta hacer cosas que nadie hace, ser diferente, ser distinto y es EPYSA, empresa que comercializa los buses Marcopolo, que van marcando la tendencia del modelo de los buses más allá de Latinoamérica, con quién he tenido siempre una estrecha relación comercial. Puedo tener un bus o una “liebre” 30 años y sus piezas y elementos se mantienen firmes, sin ruidos que puedan molestar al pasajero. La gente nos prefiere porque nuestros buses son modernos y confortables.

Para el empresario, Epysa lo ha acompañado en cada éxito y decisión importante, como la implementación en este servicio con vehículos de turismo internacional con altos estándares que privilegian el confort y la comodidad para los pasajeros, lo que incluye aire acondicionado, asientos más cómodos y con tecnología de punta.

 

-¿Cuál es su mirada respecto de la inclusión femenina?

Señala que la conducción también es parte del éxito donde indica que “el conductor debe conducir suave, con precaución… Valoro las conductoras que son un ejemplo y tengo las puertas abiertas para las mujeres que quieran conducir un servicio de excelencia, donde la gente trata distinto a los conductores”.

 

¿Por qué OK Buses?

Alberto nos cuenta que Brasil también tuvo que ver en la decisión del nombre de su empresa. “Me mostraron varios nombres y el OK me gustó porque era moderno, corto y porque significaba que todo está bien, todo está perfecto.

Se mantiene siempre pendiente de la operación del servicio. Va al terminal, revisa el flujo de pasajeros y se detiene en la carretera a verlos para mejorar día a día. Adoctrina permanentemente a sus conductores y se preocupa de cada detalle, hasta de los uniformes que hoy los destacan en la ruta.

¿Cuál ha sido su aporte al transporte en el país y qué aconseja a las nuevas generaciones?

“Cuando llegué al servicio Andimar, el aire acondicionado fue prioridad número uno entre Santiago y la Región del Libertador General Bernardo O’Higgins. Lo mismo pasó con la flota Metrobús que tuve en la Región Metropolitana. La gente debe sentirse confortable en su viaje, con buenos buses, buenos conductores, buenos asientos y excelencia en la conducción. Las nuevas generaciones deben pensar en el transporte del futuro y no pueden quedarse con lo mismo. Los buses hay que renovarlos y ofrecer un servicio que la gente prefiera por su calidad”.

Para Alberto Muñoz Brocco, el futuro del transporte es la modernidad y la tecnología. Si se le pregunta por la electromovilidad señala: “es el transporte del futuro, es interesante y hacia allá debemos apuntar”.